Después de clases

Después de tomar un pequeño descanso en la biblioteca para leer un libro que tomé prestado de allí, fui al cuarto del sensei de lengua para que me pudiera explicar lo que dio en su clase. Llamé a su puerta con un poco de timidez.
-Etto... Daisuke-sensei.. soy Hasegawa Minami, ¿puedo pasar?- pregunté con cierta timidez y agarrando mis libros con fuerza.

- claro! claro!, entra! - dije, amablemente.

Entré dentro de la habitación de Daisuke-sensei con un poco de timidez, cerré la puerta y me quedé quieta a espaldas de ella.
-Etto.. discúlpeme por molestarle sensei pero...me gustaría que me explique lo que dijo en la clase de hoy- dije con mucha timidez.

- bueno, pues hemos estado hablando de la comunicación según los contextos... ¿sabes qué es eso? - pregunté, con una amplia sonrisa.

-Amm..si lo se, es la capacidad que tienes para poder expresarte según la situación, es decir, poder saber hablar la jerga del lugar en el que estés o con quien estés- dije mirando fijamente a Daisuke-sensei mientras seguía quieta cerca de la puerta.

- Muy bien - dije, impresionado, de sus elevados conocimientos respecto del resto de la clase.

-Ah.. no es para tanto Daisuke-sensei, solo dije lo correcto- dije un poco sonrojada al ver sido felicitada por el sensei.

- bueno, y qué tal con tus compañeros? ¿todo bien? -pregunté, interesado

-Si, todo bien,, me llevo mejor con...Sawada-kun...-dije sonrojada al recordar el rostro de Sawada-kun y me puse nerviosa. -Ettoo...sensei, ¿y usted porque se hizo profesor?-pregunté con curiosidad.

- pues... no se, me gustan los niños - dije, pretendiendo no contar cosas personales.

-Ah! lo siento mucho sensei si esa pregunta fue...un poco incomoda para usted- dije con tono de disculpa mientras hacia una pequeña reverencia. -Sensei, si le incomoda mi presencia porque tiene que hacer otras cosas puedo irme- dije mirándole fijamente.

- Bueno, deberías irte, porque a nadie de tu edad le gustaría estar perdiendo el tiempo en la habitación de un profesor en vez de divertirse por ahí, así que puedes marchar, que esto no es una cárcel - le dije

-Ah.. entonces iré a la biblioteca para leer el libro que tome- dije con felicidad pensando que podía leer de nuevo el libro. -Gracias por atenderme en su cuatro sensei- dije dándole las gracias con una reverencia.