En la habitación de Zero-kun || +18

Cuando llegamos a la residencia masculina, el chico abrió la puerta de su habitación y pasé adentro.
-Anda! Es igual que la mía, pero a modo de espejo!.-Exclamé mientras miraba en todas las direcciones.

-Siente como si fuera tu cuarto- dije mientras recogía de mi escritorio un libro y mis lentes. -Ah! Akira-kun, ten el libro que te dije que cuando terminara te lo prestaría- dije mientras le daba el libro y me sentaba en la cama.

-Ah, gracias! Déjalo ahí y lo cogeré cuando me vaya.-Contesté.
-Mmmmm... ¿Dónde duermes tú?.-Pregunté mirando hacia las camas.

- En la que estoy sentada- le dije riendo mientras le ofrecía sentarse a mi lado.
- Creo que es evidente si me senté en ella Akira-kun-

-No sé... También puede ser que te gusta invadir camas ajenas...-Contesté mientras me sentaba a su lado.

(PD:Has puesto sentada en vez de sentado

(Sentada refiriéndome a la cama O_O la cama es femenina no masculina lol)

-¿Cómo podría hacer eso? no me gusta- dije mientras le acariciaba el pelo suavemente.

-Quizás algún día cambies de opinión.-Dije acariciándole la cara.-Tu... tu compañero... ¿Sabes cuándo volverá? Quiero decir... ¿Cuánto tiempo tardará en regresar...?

(PD: Nunca había oído la expresión de ese modo. Bueno, sigamos)

-No lo se, dijo que iría a la cafetería e iría al edificio de clubes, creo que tardara bastante- le dije mientras recordaba lo que me había dicho mi compañero.

Perfecto! pero habrá que andar con cuidado (piensa).
-Zero-kun... Alguna vez realmente has amado a alguien?-Pregunté con cierta curiosidad.

- No... nunca, no he sentido atraído por nadie- dije mientras le miraba fijamente.

-Pues la verdad es que a mí... Bueno! Gustarme, me han gustado muchos chicos en la vida... Pero contigo... No sé. No puedo dejar de pensar en tí, Zero-kun.-Dije mirándole fijamente a los ojos.

-Eh?... ya, bueno...y...¿y por qué no puedes dejar de pensar en mi?...- dije con tono nervioso y con un poco de rubor en mis mejillas.

-No lo sé. Es algo inconsciente. Solo sé que te quiero solo para mí.-Contesté muy decidido.
Me apresuré a besarle antes de que dijera nada.

Me quedé sin palabras al oírle decir eso, sentí otra vez su cálido y dulce beso mientras le tomaba su rostro con una de mis manos y me acercaba más a él con un poco de nerviosismo.

-Creo que eres adictivo.-Dije mientras lamía mis labios para volver a besarle.

-Pero solo es contigo...- dije sonrojado y con cierta timidez en mi tono de voz mientras le miraba fijamente a los ojos.

-¿Estás preparado?-Pregunté cambiando de tema.
Se va a pensar que solo le quiero para eso... pero en realidad es que no puedo aguantar más estar así!! Su mirada me derrite! (Piensa).

-Si...si- dije sonrojado mientras le miraba y sentía un poco de nerviosismo, le tome de los brazos suavemente mientras cerraba un poco mis ojos.

Hize que se tumbara en la cama y yo me coloqué sentado encima de él. Le desabroché la camisa nuevamente. Después, puse mis dedos en su torso desnudo y los fui deslizando en sentido descendente.

-A...Akira-kun...- dije nervioso y sonrojado mientras ponía un brazo apoyado sobre mi frente y con los ojos cerrados.

Le di un beso para silenciarle.
-No digas nada, Zero-kun.-Dije apartándole el brazo de su frente.
Tomé su otro brazo, y los puse encima de su cabeza sujetándole con una mano las muñecas para que no se me escapara.

Le dirigi una mirada tierna mientras me ponía más nervioso aun, mi corazón se aceleró más cuando veía a Akira-kun encima mio con esa mirada tan llena de deseo, mi cuerpo empezó a arder de calor y en mis mejillas se mostraba el rubor.

Le desaté los pantalones con la mano que tenía libre, y empezé a besar su cuello. Podía sentir el calor que desprendía su cuerpo. Era una sensación muy agradable y me hacía sentir lleno de energía.
Le dejé una marquita en el lado derecho de su cuello para que cuando se viera en el espejo, se acordara de mí y de estos momentos.

-A...Akira-kun- dije susurrando y con los ojos cerrados mientras me dejaba hacer lo que él quisiera.
Volví a abrir los ojos y le lancé esa mirada que tenia, tierna y llena de calor y deseo.

-Adoro tus ojos...-Dije sin dejar de mirarle.
Después puse mi mano con la que no le sujetaba en su abdomen y empezé a tocarle.
-Y tu cuerpo...-Susurré
Fui descendiendo con la mano y rozé su entrepierna. Pude sentir cómo Zero-kun se estremecía, y me ruborizé.